Miguel Aguirre recibió el perdón de Dios por sus pecados y fue recibido por Dios como su hijo en los primeros años de su juventud; aunque muchas veces, desde niño, ya había escuchado el verdadero evangelio del Señor Jesucristo. En cuanto a esto, Miguel nos cuenta: “Llegué a escuchar el evangelio por medio del ministerio de Carlos y Lois Sexton, quienes, con amor e instrucción, me guiaron al él. Fue en ese tiempo que mis ojos fueron abiertos y comprendí que mis buenas obras de niño cristiano no lograrían que evite el castigo eterno de separación de Dios y que el único Salvador suficiente era Cristo Jesús, quien murió por mis pecados en la cruz”.

La vida nueva fue notoria a partir de allí, a diferencia de sus años anteriores de religión. Miguel fue creciendo en la gracia y el conocimiento del Señor, sirviendo en todo aquello que Dios le pusiera a mano, y florecía, así, el deseo de capacitarse en las Escrituras. Fue por aquellos años también que comenzó a estudiar en la Iglesia Bautista Misionera en Carapachay en el CCBP (Curso de Capacitación Bíblica para Pastores). Ya desde ese entonces, Dios ponía en Miguel el deseo de servirle en el ministerio más y más: “Sabía que quería vivir el resto de mi vida sirviendo a Dios; no anhelaba otra cosa. Al principio no tenía claro de qué manera lo haría, hasta que Dios usó a mis pastores y maestros para confirmar mi llamado al pastorado”.

Entre sus años de estudio y crecimiento, se hizo miembro de la IBM en Carapachay y conoció a quien hoy es su actual compañera y esposa, Daniela Merlo. Comenzaron una relación con el deseo de servir aún más y mejor al Señor. Se casaron en 2010 y hoy tienen 3 hijos: Catalina, Salvador y Amparo. Sobre su familia, Miguel nos dice: “Nuestro mayor deseo es que nuestra familia glorifique a Dios en todo lo que hacemos porque es la vida que nuestro salvador ganó para nosotros y no hay mayor gozo que vivir de esa manera".

Su llamado al pastorado fue un proceso en el que Dios lo guió durante todos estos años, a través de pastores, diáconos y el testimonio en la iglesia local. Fue así como el 10 de abril de 2022, luego de pasar por una examinación teológica, la congregación lo encomendó como pastor de la iglesia en Carapachay.

Actualmente, Miguel sigue capacitándose y creciendo junto a la iglesia, poniendo como único deseo nutrirla y afirmarla por medio de las Escrituras en el poder del Espíritu Santo. Con relación a esto, Miguel amplía: “Un día todos estaremos delante del Gran Pastor de la iglesia y lo único que habrá valido la pena es haber alimentado a Su rebaño con la Palabra. Si Cristo va a edificar su iglesia y presentarla delante de Él sin mancha ni arruga, lo hará solo con la Palabra de Dios. Así que debemos asegurarnos de que las generaciones siguientes tengan la misma convicción y que exalten Su palabra y Su nombre hasta que Él venga”.